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Cada gramo cuenta sobre las nubes

Cada gramo cuenta sobre las nubes
Cada gramo cuenta sobre las nubes

Para determinar el peso de un avión, se utilizan básculas. Pero eso no es todo. El avión solar de Bertrand Piccard y un Airbus de 270 toneladas tienen algo en común: los dos dependen de las básculas para volar con estabilidad y equilibrio.

Hace más de 100 años, los primeros pilotos de la historia de la aviación fueron visionarios cuyo objetivo era desafiar la gravedad con sus máquinas "más pesadas que el aire". Bertrand Piccard y André Borschberg podrían considerarse los herederos espirituales de estos pioneros.

Solar Impulse: una inversión hacia el futuro
Piccard es el impulsor y presidente, mientras que Borschberg es el director ejecutivo de la empresa Solar Impulse. ¿Su objetivo? Dar la vuelta al mundo sin combustible, tan sólo con la energía del sol. Para conseguirlo, su equipo de 70 personas construyó el Solar Impulse, un avión solar con la envergadura de un Airbus A 340 y un peso de 1.600 kg. Unas 12.000 células fotovoltáicas repartidas por los 200 m2 de superficie de las alas, casi el doble que la de un Airbus A 320, transfieren la energía solar a cuatro motores eléctricos. Cada uno de ellos genera alrededor de 8 CV, lo que debería ser suficiente para mantener volando al Solar Impulse durante la noche.

Tres básculas para determinar el centro de gravedad
Su peso también es un aspecto clave. Cada modificación del fuselaje de fibra de carbono del avión solar también altera su peso, razón por la que los ingenieros pesan regularmente el aparato. Durante cada proceso de pesaje, determinan el peso sin carga del avión y su centro de gravedad. Un avión es incontrolable si no se conoce con precisión su centro de gravedad. Si está demasiado atrasado respecto del ala, el avión se comportaría como una montaña rusa. Si está demasiado adelantado, se estrellaría. El Solar Impulse se coloca sobre tres básculas para determinar su peso sin carga y su centro de gravedad. La báscula principal se sitúa bajo el tren delantero, otra de ellas bajo el tren trasero y la tercera bajo el ala. Las básculas son plataformas de pesaje WMH de METTLER TOLEDO.

Como proveedor del proyecto, el fabricante de instrumentos de precisión comparte la visión de la vuelta al mundo del Solar Impulse sin combustible, una iniciativa que sin duda pondrá de manifiesto el inmenso potencial de las energías renovables.

Básculas industriales en Airbus
El ejemplo de Airbus viene a subrayar la importancia de las básculas, no sólo para el avión ligero solar, sino también para las grandes aeronaves comerciales. Hay tres razones por las que es necesario pesar un avión de pasajeros de 270 toneladas. En primer lugar, cuando una aerolíneas compra un avión, su peso está prefijado contractualmente. El proceso de pesaje permite confirmar el peso pactado. En segundo lugar, el peso es crítico para medir el consumo de combustible. Para ello, el avión se pesa con su carga máxima y los depósitos de combustible llenos antes de un vuelo de prueba. Una vez finalizada la prueba, el avión se vuelve a pesar para confirmar el consumo de queroseno registrado por los instrumentos de medición. La tercera razón para pesar un avión, como en el caso del Solar Impulse, es la determinación de su centro de gravedad. Esta información es vital para todas las aerolíneas, ya que es la única forma de distribuir uniformemente el peso de los pasajeros y la carga para asegurar la estabilidad del vuelo.