riesgos ergonómicos en el laboratorio

Evite lesiones en el laboratorio con técnicas saludables

¿Cómo se reducen los niveles de estrés físico y mental, y el riesgo de enfermedades que se deben a los riesgos ergonómicos en el laboratorio? Cuando no se siguen prácticas ergonómicas, se demuestra que una persona no es capaz físicamente de cumplir algunas de las exigencias de las tareas diarias, por lo que es solo cuestión de tiempo que se produzcan accidentes en el puesto de trabajo o enfermedades ocupacionales.

Además, como ocurre con el “síndrome del ratón” (una dolorosa inflamación del antebrazo), no es necesario que impliquen un trabajo de gran carga física. Este síndrome, que provocan los rápidos y pequeños movimientos del ratón durante largos periodos regulares de trabajo en el ordenador, está reconocido como enfermedad ocupacional en muchos países. El síndrome del ratón es una enfermedad clasificada dentro del grupo de lesiones por movimientos repetitivos (LMR), es decir, dolencias provocadas por movimientos reiterados del cuerpo.

¿Qué son las LMR y LER?

Los términos “lesiones por movimientos repetitivos” (LMR) o “lesiones por esfuerzo repetitivo” (LER) generalmente describen trastornos de movimientos dolorosos que se derivan de patrones de movimientos estereotipados. Entre los riesgos ergonómicos que conllevan enfermedades inducidas por el puesto de trabajo, estos son los más habituales en el laboratorio y, por tanto, los que resultan más costosos.

Las áreas que suelen verse afectadas son la mano, el antebrazo, el codo, el hombro y el cuello, y los síntomas típicos incluyen disminución de la sensibilidad, sensación de entumecimiento, dolor no localizado e hinchamiento. Con frecuencia, se necesita un tratamiento específico o incluso una intervención quirúrgica. En muchos países industrializados, las LMR se reconocen como enfermedades ocupacionales y se trata de la dolencia más frecuente de este tipo en EE. UU.

Las LER se subdividen en dos tipos:

  • Tipo 1: un médico ha podido diagnosticar una causa médica para los síntomas, con frecuencia con forma de hinchamiento o inflamación de los músculos o tendones.
  • Tipo 2: no se ha diagnosticado causa médica para los síntomas. No hay motivo identificable para el dolor. El tipo 2 de LER también se conoce como “síndrome de dolor no específico”.

Lesiones por esfuerzo repetitivo durante el pipeteo

Entre los ejemplos de síndromes clínicos que abarca el tipo 1 de LER se incluyen los siguientes:

  • Síndrome del túnel carpiano: presión en el nervio mediano que recorre la muñeca.
  • Bursitis: inflamación e hinchamiento de los sacos de líquido sinovial de articulaciones como el codo.
  • Tendinitis: inflamación del tendón, p. ej., en el pulgar.

¿Qué conduce al desarrollo de LMR o LER? Entre las causas principales se incluyen la repetición de un procedimiento durante un periodo largo sin descanso, tareas que impliquen esfuerzo físico, mala postura, bajas temperaturas y (por último, pero no por ello menos importante) estrés.

pipeteo

¿LMR o LER a partir del pipeteo?

Muchos estudios sobre ergonomía en el puesto de trabajo han demostrado que pipetear una hora al día durante un año puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar una enfermedad de LMR. A medida que aumentan la edad de los empleados y las cargas de trabajo, este riesgo se incrementa exponencialmente. Los primeros síntomas que normalmente aparecen son sensaciones de cansancio en el pulgar y el antebrazo: estos pueden convertirse en dolor, inflamación o rigidez reales. Entre otros posibles síntomas se incluyen sensación de entumecimiento y dolor punzante o de quemadura en el área del cuello, hombro, codo o dedos. Afortunadamente, estos síntomas suelen ser temporales. Sin embargo, pueden provocar lesiones permanentes.

¿Cuáles son los factores de riesgo clave implicados en el pipeteo?

Para empezar, el pipeteo es una de las tareas más repetitivas del laboratorio y normalmente se lleva a cabo durante varias horas al día. Las pruebas muestran que estos tipos de contracciones musculares y movimientos de tendones repetitivos son riesgos ergonómicos que hay que tener en cuenta en el laboratorio, ya que están predestinados a ser la causa de algunos trastornos del área del cuello y el brazo.

El segundo factor de riesgo implica las fuerzas que se deben aplicar para sujetar y usar una pipeta. Para evitar los riesgos ergonómicos en el laboratorio durante el pipeteo, la fuerza que se aplica durante la realización repetitiva y frecuente de una actividad dinámica no debe ser superior al 30 % de la fuerza física máxima de una persona. En el caso del pulgar, esto suma un total de 2,1 kg para las mujeres y 3 kg para los hombres, aproximadamente. En muchas pipetas convencionales, este valor a menudo se supera en gran medida (con su correspondiente repercusión sobre la salud).

El uso de un innovador y ergonómico sistema de pipeteo (como el sistema LiteTouch™ (LTS) de Rainin) puede contribuir de manera significativa para reducir los riesgos en el laboratorio asociados a los movimientos repetitivos y las fuerzas de pipeteo.
La postura, por supuesto, es otro factor decisivo en el trabajo con pipetas. Hacer descansos con frecuencia también es importante, así como darle a las manos, los brazos y los hombros un breve periodo de relajación; los ejercicios con estiramientos especializados son particularmente eficaces en estos casos.

 

Lea otros artículos de la revista Focus aquí...