Trucos y consejos

Mantenimiento preventivo

Trucos y consejos

Minimizar el tiempo de inactividad para obtener un mayor rendimiento y mejorar la vida útil

Mantenimiento preventivo
Mantenimiento preventivo

¿Cómo ayuda el mantenimiento preventivo a evitar el tiempo de inactividad del equipo?

¿Por qué contamos con mantenimiento para nuestros coches pero no para nuestras balanzas? Está claro que el mantenimiento preventivo de los coches tiene un impacto positivo en su rendimiento y vida útil. El mismo principio se aplica a las balanzas. Por ello, METTLER TOLEDO ha desarrollado una guía  en la que se exponen 11 motivos por los que el mantenimiento preventivo vale la pena.

El mantenimiento preventivo (PM) en combinación con las actividades de calibración es el enfoque más económico para asegurar un rendimiento productivo y exacto del equipo. El mantenimiento preventivo está diseñado para evitar averías mediante el control periódico del deterioro del equipo y la devolución del estado de este a unas buenas condiciones. El argumento más convincente para implementar un programa de mantenimiento preventivo integrado  es la disminución de costes, lo cual se logra gracias a la reducción de las probabilidades de que se produzcan averías en el equipo y a la ampliación de su vida útil.

Descargue nuestra guía a continuación y obtenga más información sobre los motivos subyacentes al mantenimiento preventivo.

 

Inconvenientes del mantenimiento reactivo

El mantenimiento reactivo se puede describir como un enfoque en el que se permite que el equipo funcione hasta que falle, y es entonces cuando se repara o se sustituye. Si bien esto puede ahorrar costes a corto plazo, los aspectos negativos superan los ahorros percibidos. Entre las desventajas se encuentra la mala planificación de la producción y un mayor riesgo de productos fuera de los límites de tolerancia, lo que da lugar a una mayor producción de desechos. Los costes generales de mantenimiento también tienden a aumentar, ya que las reparaciones de emergencia se realizan con el coste correspondiente, sin que se aplique ningún descuento.

El siguiente gráfico documenta los impactos negativos del mantenimiento reactivo y lo costoso que es implementar recursos financieros y humanos para la corrección de errores, en lugar de la prevenirlos.