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Preguntas frecuentes sobre la valoración de Karl Fischer

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FAQ Karl Fischer Titration
FAQ Karl Fischer Titration

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A continuación, nuestros expertos dan respuesta a las preguntas más habituales sobre la valoración con los valoradores Compact de METTLER TOLEDO y la valoración de Karl Fischer en general.


Esta página se ampliará de forma periódica, así que no deje de visitarnos cada cierto tiempo.

 


¿Qué diferencia hay entre la valoración de Karl Fischer volumétrica y coulométrica?

El valorante puede añadirse directamente a la muestra con una bureta (volumetría) o generarse de manera electroquímica en la celda de valoración (coulometría).
La valoración coulométrica se utiliza principalmente para la determinación del contenido de agua por el método Karl Fischer si el contenido es muy bajo, es decir, inferior a 50-100 ppm (0,005-0,01 %).


 

¿Cuándo debo usar la celda con y sin diafragma?


El C20 y el C30 están disponibles con dos celdas de coulómetro diferentes: con o sin diafragma. Para la mayoría de las aplicaciones, recomendamos utilizar la celda sin diafragma porque casi no necesita mantenimiento. Gracias a su diseño innovador, esta celda sin diafragma de METTLER TOLEDO puede usarse incluso para determinar el contenido de agua en aceites.
La versión de la celda con diafragma se recomienda para aplicaciones como la determinación del contenido de agua en sustancias que contengan cetonas. También se recomienda si se busca la mejor precisión.


 

¿Con qué frecuencia debo estandarizar el valorante?


Normalmente, depende de la estabilidad del valorante y de las medidas que se hayan tomado para proteger el valorante de los contaminantes habituales que podrían provocar una reducción en la concentración. Los ejemplos más comunes de dicha protección del valorante son: el almacenamiento de valorantes fotosensibles, como las soluciones de yodo, en botellas oscuras; la protección contra la humedad de valorantes de Karl Fischer, por ejemplo, con tamiz molecular o gel de sílice; y la protección de algunas bases fuertes, como el hidróxido de sodio, contra la absorción de dióxido de carbono.


 

¿Cómo sé cuándo debo sustituir el tamiz molecular de los tubos de desecación del valorador de Karl Fischer?


La solución más práctica a esta pregunta es añadir un poco de gel de sílice azul en la parte superior del tubo de desecación, para que sirva de indicador. En cuanto aparezca el más mínimo rastro de rosa en esta capa de gel, deberá cambiar o regenerar el tamiz molecular. Obviamente, un aumento de la deriva también indica que ha llegado el momento de sustituir el tamiz molecular.


 

¿Cómo puedo validar un método en el valorador automático?


Para validar un método del valorador es necesario comprobar aspectos como la precisión, la exactitud, la reproducibilidad, la linealidad, los errores sistemáticos, la resistencia, la robustez y los límites de la determinación. Si desea obtener recomendaciones detalladas sobre cómo realizar esta validación, consulte nuestra sección de Control de calidad, Validación o lea el folleto de aplicaciones 16 de METTLER TOLEDO: Validación de métodos de valoración.


 

¿Cuál es la mejor forma de estandarizar el valorante de Karl Fischer?


A la hora de estandarizar reactivos de Karl-Fischer, es habitual pensar que el agua pura es el mejor estándar. No obstante, el agua no cumple los requisitos de un estándar primario, al no ser estable durante el pesaje y no tener un peso molecular suficientemente alto. En segundo lugar, pesar una muestra suficientemente pequeña de forma precisa para poder proporcionar un consumo de valorante razonable también plantea un problema.

Como alternativa al agua pura, se pueden obtener soluciones estándar en varias concentraciones, que van de 0,1 mg a 10 mg de agua por g (o por ml). De esta forma, es posible pesar un tamaño de muestra más adecuado.

Una tercera posibilidad es utilizar una muestra sólida, de la que conozcamos el contenido de agua exacto. En estos casos, el estándar más habitual es el tartrato sódico dihidrato. Este estándar contiene dos aguas de cristalización con un contenido de agua de exactamente 15,66 %. La ventaja de este estándar es que está disponible en un polvo muy triturado con un contenido de agua estable y garantizado. Como el contenido de agua es solo del 15,66 % (en lugar del 100 % del agua pura), es posible pesar un tamaño de muestra razonable con la precisión suficiente para garantizar una buena determinación de la concentración. El único inconveniente de este estándar es que presenta una solubilidad limitada en metanol, que es el disolvente más empleado para Karl Fischer. Normalmente, se disuelven aproximadamente 0,15 g de estándar en 40 ml de metanol. Un aumento en los resultados de la determinación de concentraciones en muestras sucesivas indica una disolución incompleta. Aunque no debemos olvidar su solubilidad limitada, el tartrato sódico dihidrato es el mejor estándar para la determinación de concentraciones de reactivo de Karl Fischer.


 

¿Qué resolución debe tener la balanza para garantizar unos resultados precisos y exactos?


La respuesta a esta pregunta depende de muchos aspectos, como el resultado esperado y la homogeneidad de la muestra (que determinan el tamaño óptimo de la muestra), el número necesario de decimales del resultado final y, por supuesto, la precisión necesaria del resultado final. No obstante, como normal general, debe haber al menos cuatro cifras significativas para el peso de la muestra. A continuación ofrecemos algunas recomendaciones:

Tamaño de muestra N.º mínimo de decimales
1-10 g ..................................3
0,1-1 g ...............................4
0,01-0,1 g .........................5


 

¿Con qué frecuencia debo reponer el disolvente en el vaso de valoración del valorador de Karl Fischer?


La primera respuesta que nos viene a la cabeza (y la más obvia) para esta pregunta es que se debe sustituir el disolvente cuando la muestra deje de disolverse. No obstante, esta solo es una de las razones que existen para cambiar el disolvente. Otra razón menos obvia está relacionada con los reactivos de dos componentes en los que el valorante contiene yodo y el disolvente contiene todos los demás componentes necesarios para la reacción de Karl Fischer. Uno de esos otros componentes es el dióxido de azufre, que se puede agotar mucho antes de que se acabe la capacidad de disolución del disolvente. Como norma general, el disolvente de estos sistemas de dos componentes tiene una capacidad de agua de 7 mg de agua por cada ml de disolvente. Según esto, en teoría deberían poder usarse 40 ml de disolvente en 280 mg de agua sin tener que cambiar el disolvente. Como el valorante típico posee una concentración de 5 mg/ml, para 280 mg de agua se necesitarían 56 ml de valorante.