La antigua mastiha da caché al perfume

Lágrimas de mastiha que gotean de una rama de lentisco
Lágrimas de mastiha que gotean de una rama de lentisco

Un aroma único e irresistible que recorre los huertos en la isla Quíos del mar Egeo sirvió de inspiración a una maestra perfumista para crear una nueva fragancia. Con la ayuda de una balanza analítica, crea la composición perfecta.


Una primavera, la perfumista Bibi Bigler llegó a la isla griega de Quíos. Mientras el sol calentaba los huertos, la fragancia de salvia salvaje, orégano, hierbas y flores de azahar recibió a Bigler con los brazos abiertos. Luego, le vino un aroma singularmente resinoso y complejo: el de la mastiha de Quíos.

El lentisco (Pistacia Lentiscus) es una especie de hoja perenne que existe en la región mediterránea desde hace más de 50 000 años. Un árbol maduro produce entre 150 y 180 gramos (entre 5,3 y 6,3 onzas) de resina de lentisco al año. Son 5000 los aldeanos que cultivan en Quíos el lentisco a mano (como se hace desde hace siglos) para producir valiosa resina de lentisco.

La intrigante historia de la resina de lentisco

Un lentisco de Quíos a finales de verano con “arañazos” goteando lágrimas



La perfección mediante la precisión

Aceite esencial de mastiha en los laboratorios de perfumes
Aceite esencial de mastiha en los laboratorios de perfumes



Un bote de perfume Mystic Mastiha