Green Hills Farms adora su Autowrapper 880

Los clientes acuden en masa a Green Hills Farms por su sección de carne.

La Autowrapper 880 aporta ventajas al supermercado Green Hills Farms
La Autowrapper 880 aporta ventajas al supermercado Green Hills Farms

Ha llovido mucho desde que Green Hills Farms empezara su andadura hace más de 80 años vendiendo productos frescos y de primera necesidad desde la granja familiar de los Hawkins en Siracusa, Nueva York. La empresa ha crecido mucho década tras década y, en la actualidad, esta compañía familiar es un supermercado plenamente desarrollado que abastece a los clientes más exigentes de la zona.

Su sección de carne es la estrella del establecimiento, ya que cuenta con cinco carniceros a jornada completa que cortan cada uno de los productos cárnicos de Green Hills, un detalle que atrae a aquellos consumidores que solo buscan los alimentos más frescos. Y, dado que una carne de máxima calidad exige una presentación a la altura, Green Hills Farms ha actualizado su equipo con la Autowrapper 880 de METTLER TOLEDO para garantizar que sus procesos de pesaje, etiquetado y empaquetado alcanzan el mismo nivel de excelencia.

Envases personalizados, cliente satisfecho

“La Autowrapper 880 de METTLER TOLEDO es perfecta para nuestro funcionamiento” afirma Dan Piron, responsable de la sección de carne de Green Hills. “Aquí cortamos la carne según los requisitos de nuestros clientes, que pueden solicitar cortes o piezas individualizadas en cada envase”.

La 880, además de ser una máquina de envoltura rápida y eficiente, gestiona pedidos especiales sin esfuerzo y consigue una envoltura profesional y hermética en cada envase. Dan Piron añade: “Antes teníamos que envolver a mano los cortes más grandes, las carnes para asados y los filetes y chuletas más gruesos, pero la 880 los envuelve mucho más rápido y mejor. Tanto es así que casi se nos ha olvidado cómo hacerlo a mano”. Asegura que le gusta cómo la 880 facilita la tarea de personalizar la etiqueta, tanto por su colocación como por el contenido. “Muchos de nuestros clientes tienen preferencias concretas sobre el corte de la carne”, dice. “Por eso, incluso tenemos el detalle de poner las iniciales del carnicero en cada envase, como si fuese la firma de un artista”.