Existen numerosas ventajas de pasarse a una solución de báscula de suelo sin cables. En primer lugar, la flexibilidad definitiva a la hora de colocar la báscula. Los proyectos tradicionales de báscula de suelo pueden verse limitados por los requisitos de cableado, lo que requiere una planificación estratégica en cuanto a la ubicación de la báscula en relación con las fuentes de alimentación, etc.
Además, las básculas de suelo tradicionales pueden requerir trabajos de construcción lentos y costosos a la hora de instalarlas por primera vez o de moverlas. En numerosas instalaciones, se deben “enterrar” los cables de las básculas de suelo para que no estén expuestos. De esta forma, se elimina el riesgo de tropiezo y se asegura la eficiencia en el área de producción. Sin embargo, la consecuencia es una construcción lenta, sucia y costosa. Se debe romper el hormigón, montar el cableado y, luego, volver a aplicar hormigón. En este sentido, puede ver cuánto tiempo y dinero se puede ahorrar con una báscula de suelo sin cables.
Otra ventaja que tienen las básculas de suelo sin cables está relacionada con la fabricación ajustada y con el hecho de tener lo necesario para producir sobre el suelo. Numerosas instalaciones de fabricación requieren a veces una solución de báscula de suelo para los procesos, mientras que en otros no la usan. Esto resulta especialmente relevante en casos con una sala de limpieza (en la que determinadas aplicaciones requerirán el uso de la báscula de suelo), pero puede que no la usen varios días después y el espacio es muy limitado. El hecho de no tener cables permite usar la báscula de suelo siempre que lo necesite y retirarla fácilmente cuando no la esté usando.
Para descubrir más ventajas de las básculas de suelo sin cables, vea el folleto de ACW520.
