Los errores humanos amenazan la seguridad en las zonas

La principal causa de accidentes en zonas peligrosas es, con diferencia, el error humano provocado por la falta de conocimientos y de formación, o por descuidos. A continuación, se presentan los cinco problemas principales que los inspectores de zonas peligrosas se suelen encontrar in situ.


 

Protección contra explosiones
Protección contra explosiones
Los errores humanos amenazan la seguridad en las zonas
Protección contra explosiones

Los cinco problemas que más se han detectado en las zonas peligrosas son:

  1. Un mantenimiento deficiente o inexistente de las carcasas a prueba de fuego (Ex d). Debido a la corrosión, especialmente cuando el equipo está ubicado en el exterior, la protección Ex d se pierde transcurridos entre 2 y 3 años desde la instalación.
  2. Instalación incorrecta de los pasacables Ex d. Con frecuencia, aunque la combinación del cable y el pasacables sea la adecuada, no se sigue de forma correcta las instrucciones sobre cómo instalarlos. Como resultado, si se produce una explosión, las llamas se propagarán en la caja Ex d.
  3. Instalación incorrecta de los circuitos de seguridad intrínseca (Ex i). Incluso si estos circuitos se han diseñado correctamente, es posible que no se separen de forma apropiada durante la instalación de otros circuitos que no son Ex i. Además, en numerosas ocasiones, se pasan por alto las tomas de tierra. Por consiguiente, no se garantiza la seguridad intrínseca del circuito.
  4. Entrada de agua en las carcasas de seguridad aumentada (Ex e). Como consecuencia de la entrada de agua, los huecos de Ex e se ven afectados y se puede producir un cortocircuito, que puede generar una chispa y el posterior incendio. A menudo, la entrada se debe al uso de grados de protección IP demasiado elevados (IP65 o 66), ya que los cambios de temperatura (por ejemplo, entre el día y la noche) pueden provocar la condensación del agua dentro de la carcasa.
  5. Exclusión de las condiciones medioambientales de las consideraciones. Por lo general, este aspecto afecta a todos los demás. Un diseño deficiente de la instalación Ex y la selección de un equipo inferior al nivel óptimo se convierten en una particular problemática cuando no se tienen en cuenta las condiciones medioambientales aplicables.


En resumen, la mayoría de los problemas que se detectan en entornos con riesgo de explosión se deben a un control de calidad insuficiente. Una formación adecuada sobre el uso apropiado del equipo para zonas peligrosas puede evitar muchos problemas. Además, las soluciones de equipos intrínsecamente seguros, si se instalan de manera correcta, tienen un menor riesgo de incidentes durante el funcionamiento y el mantenimiento en comparación con el resto de los tipos de métodos de protección.